El trastero del Edén
Debemos arrojar a los oceanos del tiempo una botella de náufragos siderales, para que el universo sepa de nosotros lo que no han de contar las cucarachas que nos sobrevivirán: que aqui existió un mundo donde prevalació el sufrimiento y la injusticia, pero donde conocimos el amor y donde fuimos capaces de imaginar la felicidad. Gabriel García Márquez
No dejes de seguir al conejo blanco

martes, 16 de agosto de 2011
Las musas huyen si las asedias
martes, 26 de julio de 2011
Quid
miércoles, 20 de julio de 2011
viernes, 15 de julio de 2011
Fórmula para hallar un beso
miércoles, 8 de junio de 2011
8 de junio de 2011
Hoy es de madrugada y es la noche de mi orla. Cuando el pasado viene a redimirse, doy un paso al frente, es cuando me doy cuenta que tengo miedo de crecer. Y si los adultos lloran por miedo no es por fantasmas, ni siquiera por la muerte o el suicidio : lloran por la desesperanza, por la tristeza y por la insatisfacción de no haber vivido como pensaban que lo harían. Ante eso cómo erguirse. Con qué carácter averiguar la distancia o dirección del viento. Si cualquier respiración puede ser la última, debemos procurar callarlas todas con un beso. Y al final de todo eso, comprender, por qué venimos no lo sabe nadie, solo sabemos los cómos y los dóndes, pero el cuándo es un azar aleatorio. Miedo de ir a Holanda, ese país de la alegría donde fui de otra manera, llevarme desilusiones de la misma forma que pude haber vivido yo mismo de otra forma. Es volver a ver al pasado, ver que me voy consumiendo y que la vida es una inmensurable rueda de molino. Arriba y abajo el agua cae con nuestra desgracia, y no pesaremos más que una pluma. A nadie le importa y menos a nosotros, solo procuraremos alcanzar el final de este túnel con la mayor dignidad que nos es dada. Y por qué escribo no lo sé, carece de orden, coherencia, cohesión, este idioma de “hablar con Dios” que a veces tan poco funciona, no me salen las ideas de lo que realmente quiero decir, y no sé si profundizar en otras personas y buscar lo humano que me falta. Ni humedecer los labios puedo en una noche tan fría. Me siguen quedando dudas, resquemores, todos me acechan esperando algo de mí, todos de todos, en realidad. Es una orgía literaria y se llama “vida”. Si uno ya ha perdido el norte, ni la cordura la puede perder, así que es un ser desdichado y libre. Y ahora, cuando me siento frente a mí, con mis ojos de mosquetero demacrado, con mi pelo otoñal y mis toscos ademanes de persona joven, abro la boca para susurrar una palabra, algo que me vuelva a mostrar esa luz que creí que estaba siempre encendida. Algo que me muestre cuál es la mejor opción de la vida, si debes alcanzar la plenitud a través de los años, o dejar que tu corporeidad pase a través de la historia siendo efímero, pero conservando la llama, la dolorosa llama, de lo eterno.
sábado, 21 de mayo de 2011
Rie cuando puedas
Bien, ahí me teneis en uno de esos días
en los que nadie te coge el teléfono y las paredes se te echan encima
yo sé que siempre hay salida pero saber que todo irá mejor no quita que me sienta hecho una porquería
pasan los años, los proyectos, los sueños
¿Recuerdas como querías ser cuando eras pequeño?
crecer es darse cuenta de que la vida no es como quisieras que fuera
todo es mucho más complejo
responsabilidades, luchas, deberes,
sonreir cuando no te apetece
mentir para no hacer daño a la gente que quieres
fingir cuando perfectamente sabes que te mienten
¿merece la pena hacer lo que se supone que debes más veces de lo que realmente quieres?
¿Por qué terminé haciendo lo que todos hacen si se supone que siempre me sentí diferente?
he sido un cobarde disfrazado de valiente, siempre pendiente del qué dirá la gente
escondo mis miedos para parecer fuerte, pero ya no más, es hora de ser consecuente
porque, porque creo que lo he visto, amigo y..
Quizás la clave para ser realmente libre sea
reir cuando puedas y llorar cuando lo necesites
ser honesto con uno mismo, centrarse en lo importante y olvidarse del ruido
Quizás la clave para ser realmente libre sea
reir cuando puedas y llorar cuando lo necesites
No obcecarse con los objetivos, tratar de relajarse y vivir algo más tranquilo
Con este tema me hago una promesa
y es hacer lo que sea para encontrar soluciones no problemas
sé que no soy perfecto, bien, no me castigaré más por no serlo
voy a aprender a decir que no, a aceptarme como soy, a medir el valor
porque a veces fui valiente por miedo
sé que suena extraño pero sabes qué? lo peor de todo esque es cierto
hoy busco, dormir agusto, no suena muy ambicioso pero créeme es mucho
llevo treinta años estudiando la vida
¿Qué no hay mal que por bien no venga? eso es mentira
me centraré en lo importante, en mi familia, mis amigos mi pasión por el arte
aceptaré que tengo derecho a estar de bajón de vez en cuando
porque estar de bajón es humano
no pienso rendirme ante ningún problema
confío en mí soy capaz de vencer lo que sea
volveré a caer millones de veces pero siempre volveré a erguirme porque me di cuenta de que
oh, si me amigo me di cuenta de que..
Quizás la clave para ser realmente libre sea
reir cuando puedas y llorar cuando lo necesites
ser honesto con uno mismo, centrarse en lo importante y olvidarse del ruido
Quizás la clave para ser realmente libre sea
reir cuando puedas y llorar cuando lo necesites
No obcecarse con los objetivos, tratar de relajarse y vivir algo más tranquilo
viernes, 13 de mayo de 2011
Casi tan solo
Eres un hombre tupido en tu erudición. Para ti la palabra amigo perdió ese significado de connotaciones sonoras, en tu boca ya no suena célebre, sino como un vocablo de pueblo de esos que se leen en las novelas realistas. Todos se cansan y no te das cuenta, porque vives solo para ti, vives en ti.
A veces te miro por la ventana, y es bien fácil cuando te apelotonas sobre los cojines dejarte llevar por lo que lees, evadirte de este mundo tan absurdo – casi recuerdo oír como a veces lo llamabas murdo- porque no hay nadie que espere insistentemente una de tus llamadas. Contador de milongas infatigables, no te quedan amigos no porque no los tengas, sino porque no los conoces.